El Camino de la Vera Cruz es una histórica ruta de peregrinación que conecta diversos puntos de España con la ciudad santa de Caravaca de la Cruz, una de las cinco ciudades santas del mundo cristiano. Este camino, que data del siglo XIII, es recorrido por miles de peregrinos cada año, atraídos por su profunda espiritualidad, la belleza de sus paisajes y la riqueza cultural de las regiones que atraviesa.
La peregrinación a Caravaca de la Cruz es una experiencia única que combina historia, naturaleza y devoción. A lo largo de la ruta, los peregrinos pueden visitar numerosos monumentos históricos, iglesias y pueblos encantadores, cada uno con su propio carácter y tradiciones. La ruta ofrece la oportunidad de sumergirse en la cultura local, disfrutar de la hospitalidad de sus gentes y experimentar la serenidad de sus paisajes.
Caravaca de la Cruz, el destino final de este camino, es conocida por su impresionante basílica-santuario que alberga la reliquia de la Vera Cruz. La ciudad cobra vida especialmente durante el Año Jubilar, cuando recibe una gran afluencia de peregrinos de todo el mundo. Además de su importancia religiosa, Caravaca ofrece una rica oferta cultural y gastronómica que deleita a todos sus visitantes.
El Camino de la Vera Cruz no es solo una ruta de peregrinación, sino también una oportunidad para el crecimiento personal y la reflexión. Los peregrinos pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno natural, caminar por senderos bordeados de flora autóctona y descubrir el legado histórico y cultural que cada parada ofrece. Es una experiencia transformadora que deja una huella imborrable en quienes la recorren.
El Camino de la Vera Cruz ofrece dos formas principales de recorrido, adaptadas a las preferencias de cada peregrino: a pie o en bicicleta. Cada opción proporciona una experiencia única, permitiéndote conectar con la ruta y su entorno de manera distinta.
Recorrer el Camino a pie te permite una conexión más íntima con el entorno, ofreciéndote la oportunidad de detenerte y apreciar cada detalle del paisaje y los puntos de interés a lo largo de la ruta. Es una manera de viajar despacio, reflexionar y conectar con otros peregrinos en el camino. Caminar a tu propio ritmo te permite disfrutar plenamente de la tranquilidad y la belleza del camino.
El recorrido completo del Camino de la Vera Cruz a pie suele tomar entre 20 y 25 días, dependiendo del punto de inicio y del ritmo de cada peregrino. Es una experiencia intensa y gratificante que permite una inmersión profunda en la espiritualidad y la naturaleza del camino.
Para los amantes del ciclismo, el Camino de la Vera Cruz ofrece rutas adaptadas que permiten cubrir más distancia en menos tiempo, disfrutando de la diversidad de paisajes y la aventura de recorrer senderos y caminos rurales. Las bicicletas de montaña son ideales para esta experiencia, proporcionando la flexibilidad de explorar tanto terrenos suaves como más exigentes.
Recorrer el Camino en bicicleta suele tomar entre 7 y 10 días, permitiendo a los ciclistas disfrutar de la ruta a un ritmo más dinámico. Esta opción es perfecta para aquellos que desean vivir la experiencia del camino pero disponen de menos tiempo.
La Finca Agroturística La Floración se encuentra a 550 metros de la Autovía A-30 y la carretera Nacional 301 por un lado y, a escasos 240 metros de la Vía Verde del Chicharra que une Cieza con la provincia de Alicante y que comunica con el Camino de Peregrinación de Caravaca de la Cruz que atraviesa España desde Puente la Reina.
La Finca se ubica en un lugar estratégico para hacer parada entre Jumilla y Calasparra en las etapas del Camino de la Vera Cruz tanto para descanso como avituallamiento para los peregrinos que quieran llegar a la ciudad santa de Caravaca.
Su proximidad a escasos 70 kilómetros de Caravaca y su fácil acceso por carretera convierte a la Finca La Floración en ideal como inicio del Camino para aquellos que quieren vivir esta experiencia en pocos días o en un fin de semana o puente festivo.
Desde la Finca La Floración pueden hacer el camino de la Vera Cruz en tres días a pie o en uno o dos días en bicicleta eligiendo dos caminos de peregrinación diferentes que transcurren por las mismas localidades pero con diferente paisaje.
Desde la ermita de San Agustín en Jumilla, esta etapa pasa por el monasterio de Santa Ana del Monte y sigue el trazado del GR 251. Recorre hermosos paisajes naturales y culturales, finalizando en Cieza, conocida por su patrimonio arqueológico y cultural.
Esta etapa sigue el río Segura a través de un paseo fluvial, pasando por la sierra de la Palera y el embalse de Alfonso XIII, hasta llegar a Calasparra. Este municipio es famoso por su arroz con D.O.P. y el Santuario de la Virgen de la Esperanza.
Desde la ermita de San Agustín en Jumilla, esta etapa pasa por el monasterio de Santa Ana del Monte y sigue el trazado del GR 251. Recorre hermosos paisajes naturales y culturales, finalizando en Cieza, conocida por su patrimonio arqueológico y cultural.
Desde la iglesia de la Asunción en Moratalla, esta etapa sigue el camino del Tenor García Guirao y cruza el río Benamor. El recorrido pasa por el canal del Taibilla y ofrece vistas a la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz, culminando en el Santuario de la Vera Cruz.
Desde la Finca La Floración, esta etapa te lleva al Albergue del Picarcho. Es un recorrido pintoresco que atraviesa paisajes naturales y rurales, perfecto para comenzar tu aventura en el Camino del Altiplano.
Desde el Albergue del Picarcho hasta Calasparra, esta etapa te lleva por caminos rurales y hermosos paisajes naturales. Calasparra es conocida por su arroz con D.O.P. y el Santuario de la Virgen de la Esperanza.
Desde Calasparra hasta Moratalla, esta etapa del Camino del Altiplano recorre montañas y valles, ofreciendo un paisaje variado y enriquecedor. El recorrido finaliza en la plaza de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Moratalla.
La última etapa del Camino del Altiplano lleva a los peregrinos desde Moratalla hasta Caravaca de la Cruz. Este tramo culmina en el Santuario de la Vera Cruz, ofreciendo vistas espectaculares y una experiencia espiritual profunda.